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Un túnel conectará la futura estación de Chamartín con el Nudo Norte

La calle de Agustín de Foxá, eje del ámbito, se ampliará hasta Fuencarral y tendrá dos nuevas paradas de Metro

viernes 5 de octubre, 2018

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El norte de la capital se desarrollará en los próximos años en torno a la calle de Agustín de Foxá, también inmersa en esta gran renovación. La vía, que con Madrid Nuevo Norte -la antigua operación Chamartín- pasa a ser el eje del ámbito en lugar del paseo de la Castellana, sufrirá una enorme transformación: en su primer tramo será un túnel de 1,4 kilómetros que, con el tráfico rodado y peatonal en la superficie, unirá bajo tierra la futura estación de Chamartín con el Nudo Norte. Después, aunque ya sin tubo, se prolongará otros 1,6 kilómetros, hasta el distrito de Fuencarral. En un segundo nivel subterráneo, además, circulará el Metro, que contará con dos nuevas estaciones en la avenida.

Con la ampliación de Agustín de Foxá -según constan en la memoria de Madrid Nuevo Norte-, el ámbito quedará dividido en dos en toda su longitud, de modo que a un lado estarán las oficinas y al otro las viviendas y el parque sobre las vías de tren. En el proyecto anterior, esta función vertebradora la desempeñaba la Castellana, pero la iniciativa municipal en el nuevo planeamiento cambió la idea original. «Nunca estuvimos de acuerdo en prolongar la Castellana, era insostenible porque el modelo de aumentar la capacidad es un gran atractor de tráfico. Ahora, en cambio, reducimos el espacio para disminuir el tráfico», declara a ABC el edil de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo.

La obra, no obstante, no busca habilitar una salida rápida de la ciudad, sino simplemente aliviar la circulación. La conexión con el Nudo Norte, cuya reforma es tarea del Ayuntamiento, será por una vía de servicio. Lo que se pretende con el túnel, según fuentes presentes en la redacción del proyecto, es que haya un acceso segregado a los aparcamientos de los grandes edificios y de la estación (se prevén tres), así como con el intercambiador de autobuses que se instalará junto a Chamartín. También para la carga y descarga de material para empresas.

Un ejemplo extrapolable a este caso es el subterráneo bajo las Cuatro Torres, ideado igualmente para el transporte de mercancías, la carga y descarga y los aparcamientos. «Todos los esfuerzos están enfocados a racionalizar el coche privado y potenciar el transporte público, también con una ordenación del e-commerce (venta por internet), que ya vemos que afecta a la circulación de las grandes ciudades», valora Flavio Tejada, responsable de Ciudades de Arup, empresa especialista en trabajos de diseño e ingeniería y asesor del promotor Distrito Castellana Norte (DCN).

 

Al nivel del vestíbulo

Así, con los primeros metros de Agustín de Foxá sin modificar (desde la plaza de Castilla), el túnel nacerá en el paso elevado que actualmente llega a la estación de Chamartín. Las mismas fuentes detallan que se aprovecha esa altura, de unos diez metros aproximadamente, para ubicar el tubo por debajo (el Metro irá más abajo) y configurar en la superficie una calle al uso, reservada para la circulación de vehículos a baja velocidad, el transporte público y el paso de peatones y bicicletas. Según consta en la memoria del proyecto, la cota urbana se localiza al nivel del vestíbulo de la estación y del futuro parque central. El trazado inferior, por su parte, al de las vías.

La nueva calle de Agustín de Foxá tendrá un ancho de 40 metros, con dos carriles de tres metros de ancho por sentido y una línea de BUP (Bus Urbano Prioritario) con una calzada de diez metros y medio, separada del resto con una mediana para el tráfico viario. Se completa la sección de la vía con dos aceras, una a cada lado. El subterráneo da paso al segundo tramo de Foxá, solo en superficie y en paralelo a los barrios de Fuencarral, Begoña y Tres Olivos. Su final se prevé en la futura prolongación de la Calle Afueras de Valverde.

De este modo, para alcanzar lo que se denomina como Nudo Norte de Fuencarral, se incluye dentro de la red viaria el intervalo entre Agustín de Foxá y Antonio Cabezón, así como el norte del último. Fuentes de Madrid Nuevo Norte explicaron que, dentro de la complejidad del plan, la prolongación del nuevo eje hacia el norte es relativamente sencillo porque el terreno sobre el que se actuará es fundamentalmente llano y fácilmente transformable.

Dos de las estaciones de Metro que se construirán, cuyos nombres están aún por determinar, potenciarán la accesibilidad de los nuevos barrios por transporte público. Como informó este periódico, DCN será quien sufrague el gasto de las infraestructuras del suburbano, según el acuerdo alcanzado con el Consistorio y Fomento.

La premisa fundamental para el diseño de Foxá y del resto de Madrid Nuevo Norte es construir una ciudad con un modelo casi antagónico del actual. Con ingredientes como la movilidad compartida (Car2Go, Emov o Zity) o los coches eléctricos y de bajas emisiones, se aspira a consolidar esta tendencia. «Ya es un referente y con este proyecto lo será aún más», considera Tejada.

 

Invertir la movilidad

Merced a la estación de Chamartín, que reducirá un 15 por ciento los desplazamientos en coche por su proximidad al centro de negocios, y el crecimiento de las estaciones de Metro, se ve posible invertir el modelo de movilidad. «Ahora tenemos un 80 por ciento de desplazamientos en coche privado y un 20 en transporte público, le daremos la vuelta; y habrá un 70 de transporte público y un 30 de coches; y en el futuro se revertirá completamente y la proporción será de 80-20», destaca el concejal de Urbanismo.

La nueva operación Chamartín, que fue aprobada inicialmente el pasado 20 de septiembre en la Junta de Gobierno, levantará 10.500 nuevas viviendas -2.100 protegidas- y un moderno centro de negocios con tres rascacielos, uno de ellos el más alto de España. Esta «city» financiera será uno de los grandes atractivos financieros del norte de la capital, con la presencia confirmada de empresas como Renfe o Adif, además de la posibilidad de que albergue la Ciudad de la Justicia, como sugirió la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena.

La aprobación definitiva de la modificación del Plan de Ordenación Urbana será, en principio, en el primer trimestre de 2019. Entonces entrarán las grúas y arrancará la transformación del eje como la construcción de las viviendas y oficinas.

 

En cifras

  • 2019: Es el año en el que se prevé Dependerá de si la aprobación definitiva llega en el primer
  • 3 años: Es el tiempo estimado para el contando siempre desde la aprobación proyecto de obras.
  • 40 metros: Es el ancho de la nueva calle de Agustín de Foxá. Tendrá dos carriles por sentido, de tres metros cada uno, más otro para una línea de Bus Urbano Prioritario, de diez metros y medio. Además, dos aceras, una a cada lado, hasta completar la totalidad.

 

05.10.2018
El País

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